Montiel Sosa señala como tareas fundamentales de la Criminalística, con base en el estudio técnico y científico de las evidencias materiales, las siguientes: 1º) investigación y demostración de la existencia de un hecho presuntamente delictuoso;
2º) verificación y determinación de los fenómenos producidos en el hecho, señalando su mecanismo;
3º) colección de todos los elementos dirigidos a la identificación de la víctima, si existiere;
4º) reunión de todas las evidencias que lleven a la detección del o de los supuestos
autores;
5º) articulación de todas las prueba indiciarias relativas al grado de participación y modalidades de cooperación material.
En realidad una breve lectura de los fines reproductores (corpus probatorium) del proceso penal (instructivo y de juicio) así como de las normas relativas al cuerpo del delito (corpus criminis o corpus delicti), nos dicen por sí de la correlación de estos con las tareas ya señaladas.
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